“Don Pedro Marrero Díaz, un embajador de jornaleros candelarieros en
Cuba, y su actual descendencia en América”.
El pasado día 21 de marzo y dentro del “I Congreso de Genealogía e Historia Familiar de Canarias: un puente entre Europa y América”, el autor de NUESTRA Guía Genealógica tuvo la oportunidad de intervenir con la charla: “Don Pedro Marrero Díaz, un embajador de jornaleros candelarieros en Cuba, y su actual descendencia en América”.
Intervención (para ver el vídeo pulsar aquí), que aprovechó, para rendir un pequeño homenaje
a la figura del emigrante candelariero Don Pedro Marrero Díaz.
Un homenaje, en nombre de nuestros antepasados, que desde
Candelaria o de Santa Úrsula, emigraron a Cuba y que fueron acogidos por Don
Pedro en su Finca La Macagua, de la Zona de Güines (Provincia de La Habana).
La diáspora de la emigración canaria a Cuba llevó a muchos de
nuestros antepasados a asentarse en la localidad de Güines. Emigrantes, muchos
de ellos con apellidos como: Castro, Chico, Díaz, Marrero, Mesa, Pacheco,
Ramos, Rodríguez, Torres o Velázquez y muchos otros que desconocemos. Algunos
de esos emigrantes regresaron a su tierra y otros se quedaron asentados allí.
La “historia oficial” no incluye a personas como él, pero la
“historia familiar oral”, la que es transmitida de padres a hijos, no olvidó
como Don Pedro Marrero Díaz y su “reconocida humanidad”, proporcionaba acogida
a los jornaleros emigrantes y sus familias. Él les ofrecía un empleo en su
finca, los acogía temporalmente mientras les buscaba una “colocación” en otras
fincas aledañas como El Pico, Armentero, Diago, etc, o hasta que podían contar,
nuevamente, con recursos económicos suficientes para moverse hasta otras zonas
y provincias de Cuba.
Don Pedro actuó, como un auténtico EMBAJADOR, para estas
familias de emigrantes.
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Durante el siglo XIX y principios del XX, Cuba vivió un
"buen" momento económico porque sus productos típicos de importación:
el ron y el azúcar, eran requeridos en grandes cantidades en toda Europa y en
otros países de América como EEUU.
Por ello la "Sacarocracia" (como se conoció en Cuba
a la burguesía relacionados con el mercado del azúcar) con el interés de
agilizar el procesado y exportación de sus productos creó en 1830 la Junta del
Camino de Hierro, cuya finalidad era la apertura de una línea ferroviaria para
unir la región de Güines con La Habana (separadas por 54km de distancia).
Esto se debió a que Güines era una importante zona productora
de azúcar debido a la existencia del Central Providencia (fundado en 1800), y
el cual empleaba a unos 2600 trabajadores por zafra y poseía unas 534
caballerías de tierra.
Al ser terminal del primer ferrocarril construido en Cuba, el
auge de Güines aumentó sorprendente, se convirtió en cabecera de jurisdicción,
y por tanto en centro de una zona económica en rapidísima expansión.
La construcción de la línea ferroviaria se inició en 1835 y
finalizó en 1838. En la construcción del primer ferrocarril cubano... ¡y
español!, se empleó además de la mano de obra de esclavos, a trabajadores
libres de la isla, y la de emigrantes irlandeses, estadounidenses y
especialmente,…. un gran porcentaje de emigrantes procedentes de las Islas
Canarias.
Cuando estos hechos ocurrían en Güines, aún Don Pedro Pablo Marrero Díaz no había nacido, lo hizo, 18 años después de que se terminara la construcción de la línea de ferrocarril que unió La Habana con Güines. Nació, en 1856, en el pueblo de Araya (municipio de Candelaria), un año antes de que Güines contara ya con alumbrado en sus calles. En Araya, su pueblo de origen, el alumbrado, llegó a sus calles casi 120 años después.
Casa de Francisco Anastasio Marrero García, en la zona de "La Florida" (Araya) y con gran probabilidad el lugar de nacimiento de Don Pedro Marrero Díaz.
Su familia fue conocida por el sobrenombre de "los Castejones", actualmente como "los Cabezudos". Familia de labradores de las medianías de Candelaria, Asentados en el pueblo de Araya, que contaban con cierta formación: sabían leer y escribir.
Cuadro resumen del origen familiar de D. Pedro Pablo Marrero Díaz
Sus padres: fueron el labrador Francisco Marrero Hernández (nacido en
1816) y María Candelaria Díaz .
- Hermanos Marrero Díaz: Nicolás (se casó y asentó en Santa Úrsula donde tuvo una actividad
pública destacada que terminaría llevándolo a convertirse a principios del S.
XX en Alcalde de ese municipio), Juan
Miguel y Segundo Francisco
(labradores de Araya) y María Candelaria
(“María la Cabezuda”) que destacó por ser una de las poca mujeres que a
principios del S.XX sabía leer y escribir en las medianías de Candelaria, lo
cual la convirtió en la “escribiente y lectora” de la correspondencia entre los
emigrados y sus familias.
- Abuelo: Francisco Anastasio Marrero García, un labrador que formó parte del
privilegiado y reducido círculo de personas que en el medio rural contaban con
títulos profesionales por estudios, por lo que alcanzó un notable prestigio en
el término de Candelaria por su profesión de Agrimensor, donde también fue cabo
1º de Milicias, fiel de fechos del Pósito y perito para el reparto de la
contribución) (Artículo Octavio Rod. Del., Junio 2015).
- Orígenes: El origen de esta familia está en
el matrimonio llevado a cabo en el año 1548 entre Juan Marrero, uno de los
primeros descendientes de europeos que emparentó con la línea de descendencia
del Rey Don Diego de Adeje, al ser Juana Díaz, bisnieta de Don Diego.
Parque Central de Güines
No tenemos claro a qué edad emigró Pedro Pablo a Cuba, pero sí que con 32 años (1888) ya estaba asentado en Güines, casado, con 2 hijos y era propietario de La Finca La Macagua.
Mapa de Güines en 1943
No fue un emigrante, al uso, fue “un guajiro” (así se llama en Cuba a las personas de campo), que contaba con formación: sabían leer y escribir.
Estos conocimientos le llevaron a poder “dirigir” una gran
propiedad en la Cuba de principios del siglo XX, una propiedad de 4 caballerías
y 1/2 de tierra ( 60 Hectáreas = 60. 000 m2).
Cuadro de equivalencia entre la medida de caballerías y metros cuadrados y su proporcional en hectáreas y km2.
La finca La Macagua, proporcionalmente eran tan grande como
el pueblo de origen de D. Pedro.
Fotografía aérea de Araya de 1987
La finca La Macagua está muy bien situada, a la entrada de
Güines (antiguamente dividida por la carretera que une La Habana con Güines y
muy cerca de la línea del ferrocarril).
Cuadro resumen de los descendientes de D. Pedro Pablo Marrero Díaz. De fondo fotografía familiar en el porche de La Macagua.
Pedro Pablo Marrero
Díaz (1856 L.6 f.151
vto.), emigró a Cuba y se estableció en la zona de Güínes (provincia de
Habana), donde se casó con Eusebia Pérez Morales de cuya unión se conocen tres
hijos Marrero Pérez:
1. Francisca, se
casó con Tomás Ravelo Mesa. Sus descendientes fueron Ravelo Marrero:
- Tomás, no tuvo descendientes.
- Alberto, no tuvo descendientes.
- Leonel, se casó con Aleida Pedreguera.
Descendiente: María Elena Ravelo Pedreguera.
- María Mercedes, se casó con Rafael Llanes.
Descendientes: Neda y Renán Llanes Ravelo.
2. Pablo (1888),
se casó en 1911 con Blanca Barrios y sus descendientes fueron Marrero Barrios:
Pablo Marrero Pérez.
- Pedro “Perico”, emigró a Perú y casa con
María Enriqueta Tovar Villón. Descendientes Marrero Tovar: Blanca Enriqueta,
Pedro y Jorge Luis.
Pedro Marrero Barrios y Enriqueta Tovar Villón.
- Alberto Zacarías, casó con Soledad Peña.
Descendiente: Mayra Marrero Peña.
- Adolfo René, casó con Virginia Perseveranda de
la Caridad Mergal Martínez. Descendiente: Virginia Marrero Mergal.
- Pablo, casó con María Rodríguez.
Descendientes Marrero Rodríguez: Daily y Zenaida .
- Blanca, casó con José Antonio Fernández.
Sin descendientes.
- Francisco, casó con Epifanía Hilda Gutiérrez
Rivas. Descendiente: Francisco Vicente Marrero Gutiérrez.
Pablo Marrero Pérez, tras enviudar se casó nuevamente
con Adelaida Arencibia Barrios, descendientes Marrero Arencibia:
- Parmelio de la Caridad, casó con Olga Saldaña Pino.
Descendientes Marrero Saldaña: Alexei y Ariel. Actuales copropietarios de la
finca La Macagua.
- Segundo Hiram, casó con Ismelia Travieso García.
Descendientes Marrero Travieso: Lázaro Pablo e Yran. Actuales copropietarios de
la finca La Macagua, junto con sus primos.
Los hermanos Parmelio y Segundo Marrero Arencibia
3. María Dominga (1898).
Durante la Guerra de independencia de Cuba (1895 -1898), Don Pedro puso a salvo
a su familia, regresando nuevamente a Tenerife. Durante ese período nació en
Araya su hija María Dominga, la cual falleció en la infancia.
Durante su estancia en Araya, Don Pedro construyó una casa
junto a la de su hermana María , en la zona de “La Vera”, la cual le regaló a
su hermana cuando regresó a Cuba.
Casa construida por Don Pedro Marrero en Araya, actualmente aún en pie.
Don Pedro Marrero, al regresar a Cuba, se encontró no solo
con que su propiedad había sido arrasada y que tuvo reconstruirla, sino que
además la guerra había dejado gran cantidad de huérfanos. Por lo que acogió en
su hogar a una huérfana, la adoptó (aunque esa niña nunca perdió su identidad)
y la crió como uno más de sus hijos:
4. Elena Rodríguez
Domínguez (1886), se casó en 1915 con el emigrante arayero Juan Baltasar Díaz
Chico, sus descendientes fueron los Díaz Rodríguez. Familia que regresó a
Tenerife a principios de 1930.
ENCUENTROS FAMILIARES: América - Canarias
Los encuentros y reuniones familiares no han dejado de llevarse a cabo, por muy dispersa, que esté la familia, tanto en América, como en Canarias.
Reunión familiar en Cuba
No hay reunión familiar en la que no haya una matanza de puerco o cochino.
Reunión familiar en Estados Unidos.
Reunión familiar en Tenerife
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