Llegada del agua potable a Candelaria
Hemos podido leer en la publicación anterior que cuando Don Ireneo González describe el pueblo de Candelaria en 1882 trata el tema del agua potable de esta forma:
… el pozo llamado de la Virgen
cuya agua es salobre aunque no tanto como la de las demás norias. Esta y no
otra es el agua que se bebe en aquel pueblo, salvo en la casa del Sr. Cura que
se surte de una cisterna en que recoge agua de las lluvias. Pero no hay que
temer al agua del mar, puesto que vamos a la fiesta, y en estos días se vende
en abundancia agua dulce y buena, traída del vecino pueblo de Arafo.
Deducimos por ello que el agua que consumía la población de Candelaria a finales de 1800 era considerada agua de mala calidad ya que procedía de pozos salobres y aunque se diga que el agua de lluvia solo se almacenaba en una cisterna en la casa del Sr. Cura, somos conocedores que existían aljibes en algunas casas particulares, no muchos, pero existían. Por ello la “venta de agua dulce” era un negocio rentable o por lo menos aportaba una fuente de ingresos a las familias que incluso la iban a buscar a Arafo para este fin por la fiestas como bien nos describió Don Ireneo.
El precio que alcanzaba un vaso de agua en Candelaria durante las fiestas de agosto llegó a suscitar quejas como la que se publicó en el periódico "Diario de Tenerife" el 16 de agosto de 1895, donde podemos leer esta pequeña anotación:
Esta situación iba a cambiar radicalmente debido a que a principios de 1900 empieza a surgir en Candelaria un movimiento agrícola de "adelanto" respecto al modelo existente hasta ese momento y para que se consolidara era necesario tener agua. Estos hechos los podemos extraer de la nota publicada en el periódico "El Progreso" el 20 de febrero de 1909 :
Pese a ello las primeras galerías en las zonas altas del municipio tardaron aún unos años en comenzar a perforarse siendo la de Chese (en la cumbre de Araya) una de las pioneras, no en vano se perforó en una de las principales y más antiguas fuentes naturales del municipio. Del periódico "Diario de la Mañana" del 14 de agosto de 1923 se extrae esta anotación donde se comunica el registro de la citada galería .
Se constituye una comunidad de aprovechamiento de aguas y se forma un consejo de administración fundacional entre los que se encunetran personas muy conocidas de Candelaria como:
D. Juan Rodríguez Sabina, Vicente Pérez Nóbregas, Víctor
Rodríguez Cruz, Antonio Pérez Castro, Nicolás Guanche, José Marrero Díaz y Gurmersindo
Marrero Sabina.
Seis años después, en 1929, se publicaba en el periódico "La Prensa" una ampliación del accionariado entre los que destaca un nutrido grupo de pequeños agricultores de Araya:
Simón Higuera Mederos, Juan Gil Marrero, Wenceslao Chico
Díaz, José Rodríguez Díaz, Román Díaz Chico, Aquilino Díaz y Pedro Díaz
que imaginamos adquirieron sus acciones animados por el incremento del caudal de agua alumbrada y por la esperanza de emprender una actividad agrícola más productiva en sus fincas.
Entre este grupo de nuevos accionistas continúan figurando personas conocidas de Candelaria casco como:
Anastasio y Francisco Torres Albertos y Asencio Torres
Pérez
quizás porque todos ellos eran propietarios de tierras en las medianías fruto de herencias (debidas principalmente a su origen arayero) o bien por la inversión de los ahorros traídos de su emigración a Cuba.
En junio de 1934 se hacía público en el periódico "La Prensa" que el caudal de agua que alumbraba ya la galería de Chese superaba las 500 pipas por hora.
En el periódico "La Prensa" de 18 de marzo de 1934 podemos ver como este hecho había propiciado que unos meses antes de hacerse público ese anuncio de aumento del caudal de agua se hubieran incorporado a la junta directiva empresarios agrícolas y personas con grandes propiedades de tierras en la zona baja del municipio como
Francisco Chico Cruz y Sixto M. Machado
Pero esas aguas no se destinaron al consumo humano, o por lo
menos no llegaron a destinarse al abasto público de la población de la zona
baja (Candelaria) que carecía de ella hasta por lo menos 1933 o 1934, años en los que el agua llegaría mediante atarjeas a las "nuevas" fincas de Punta Larga y aprovechando la cercanía de la atarjea el ayuntamiento llevara un ramal hasta el pueblo. Hechos que podemos deducir de esta noticia publicada en el periódico "Diario de Tenerife" el 26 de octubre de 1932:
AGUAS DE "CHESE"
Se agita la idea en el seno de nuestro Ayuntamiento
de dotar al pueblo de agua potable, aprovechando una acción que dicha Corporación
posee en la citada entidad.
Es muy loable la iniciativa que desearíamos ver convertida en próxima
realidad, pues ello significaría la aspiración harto sentida por estos habitantes
de cambiar por agua potable y de las inmejorables condiciones que tiene la que nos
ocupa, la que hoy es el abasto casi único de la población, o sea la salobre e
insalubre de los pozos. Esperarnos, pues, de nuestros munícipes no desmayen en
tan importante proyecto.
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